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Astronauta

Pablo

ÁLVAREZ

Tu Revista Media charló con Pablo Álvarez, astronauta español que en breve podrá explorar el espacio. Sus destinos:
La ISS (Estación Espacial Internacional), La Luna o incluso Marte.

“Puedo ser yo u otro compañero pero una cosa está clara: iremos a la Luna para quedarnos, y Europa será protagonista de este hito”

Conocer y charlar con Pablo es todo un lujo  que solo lo hace real una institución como la ESA (Agencia Espacial Europea) y en concreto, las personas que trabajan en prensa en España, en su centro de Villafranca del Castillo (Madrid). Siempre a los periodistas nos han facilitado todo, la información, los recursos y nos permiten entrevistar a los auténticos protagonistas desde ingenieros, hasta los astronautas que nos muestran cómo es el Espacio visto desde sus ojos.

Sonsoles Herráez / MADRID

En esta ocasión nuestro invitado  fue Pablo Álvarez.

Después de superar un proceso de selección al que se presentaron decenas de miles de aspirantes, el pasado mes de abril del 2024 la Agencia Espacial Europea (ESA) eligió al ingeniero espacial Pablo Álvarez (35 años) como miembro de la nueva promoción de astronautas europeos, la primera que se lleva a cabo desde 2009. El leonés, el segundo astronauta español en viajar al espacio en 30 años, tras Pedro Duque.

Antes de qué nos explicara cómo fue el proceso, cuál es  el entrenamiento del futuro “viajero” al espacio, qué tiene de especial alguien para poder ser el elegido… Pablo posó para la prensa, mostró esa sencillez y calidez que solo tienen los más grandes y con una enorme sonrisa nos invitó a descubrir qué hay detrás de la persona que en breve podría viajar al espacio y llegar hasta la Luna o  incluso Marte.

– Pablo casi todos los niños sueñan de pequeños con poder viajar al espacio, pero ¿Cuándo decidiste hacer este sueño realidad?

– El día que vi el anuncio de la Agencia Espacial Europea. Hacía 15 años que no hacían una convocatoria, y pensé que era una oportunidad única. Para cualquier persona de nuestra generación, convertirse en astronauta es un sueño hecho realidad, por eso me lancé a esta aventura sin pensarlo demasiado, y es que, al fin y al cabo, las decisiones más importantes de esta vida se toman sin pensar.

“Una de las claves es que sepas mantener la calma, que puedas reaccionar ante situaciones de emergencia sin perder los nervios”

Eres, junto a Sara las dos únicas personas españolas actualmente seleccionadas para poder subir al espacio ¿Qué requisitos previos se necesitan para presentarse a las pruebas?

Piden que tengas ciertas capacidades, como hablar inglés y al menos otro idioma, tener 3 años de experiencia laboral, un máster y un certificado médico de piloto, para evitar que tengas un problema físico que te excluya del vuelo espacial. En el primer filtro nos presentamos, 23.500 personas, de las que pasamos alrededor de 1.500. Después vinieron 11 horas de exámenes en los que se pone prueba la memoria, la visión espacial, la coordinación, la capacidad de multitarea, además de varios exámenes: como matemáticas, físicas, inglés… De ahí pasamos unas 400 personas, a las que nos hicieron dinámicas de grupo, test psicológicos, pruebas de comunicación bajo presión y una entrevista con un astronauta en activo que decidía si estaba dispuesto a pasar 6 meses en el espacio contigo.

La última fase fue el turno de las pruebas médicas, pero no es lo que la gente piensa. No exigen que superes una prueba de esfuerzo muy dura. Simplemente comprueban que los aspirantes a astronautas no tengan una enfermedad que pueda poner en riesgo una misión espacial. Quieren asegurarse de que tienes posibilidades de estar sano en los próximos 20 años. Al final lo que buscan son personas sanas y equilibradas mentalmente, no superatletas ni superdotados.

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Una pregunta más personal ¿Cómo fue tu reacción cuando te comentaron que eras una de las personas elegidas? Y ¿quién fue la primera persona a la  que llamaste para decírselo?

Cuando me llamaron para comunicarme que era de los astronautas elegidos fue una sensación indescriptible, llena de emoción, alegría, orgullo… pero te debo confesar que una vez que me lo comunicaron durante una semana o algo más no podías compartir la información con nadie, así fue algo frustrante saber que era el elegido y no poder compartirlo. Y las primeras personas en decírselo fueron mis padres… ellos me acompañan en todo este proceso y su felicidad creo que es más grande aún que la mía.

“Una de las claves es que sepas mantener la calma, que puedas reaccionar ante situaciones de emergencia sin perder los nervios”

¿Qué conocimientos y competencias se espera que tenga un astronauta?

Se espera que seas capaz de mantener la calma, que puedas reaccionar a situaciones de emergencia sin perder los nervios. Pero también se pone mucho énfasis en que tengas capacidad de aprendizaje, de colaborar con equipo. Al final hay que tener en cuenta que están solo un 5% del tiempo tu carrera en el espacio y un  95% en la  Tierra. Debes rendir al máximo nivel en una misión muy corta, pero también trabajar en otros proyectos de la agencia espacial. Por ejemplo, tienes que ser capaz de hablar en público, e incluso representar a la Agencia Espacial Europea.

“Llevar el traje espacial en la piscina pata las actividades extravehiculares ha sido hasta ahora el mayor reto”

Hasta ahora ¿Cuál ha sido la prueba o preparación que más te ha costado superar?

  Sin duda, lo más difícil tanto desde el punto de vista mental como físico ha sido el entrenamiento para las actividades extravehiculares, lo que se conoce como paseos espaciales. Lo hacemos en el Neutral Buoyancy Lab de la NASA, y en el Buoyancy Facility de la ESA, que no es otra cosa que una piscina muy profunda con réplicas de módulos de la Estación Espacial en la que podemos practicar las actividades enfundadas en el traje espacial.

Es muy complicado, pues el traje espacial es como una nave con forma humana. Pesa alrededor de 150 kilos y necesita de una grúa que te introduzca en el agua. Estas actividades duran mucho tiempo, y son extraordinariamente complicadas. Mover la mano cuesta mucho trabajo. Lo que se espera es que seas capaz de mantenerte alerta y solucionar cualquier emergencia, todo ello  con un traje incómodo, con poca movilidad y visibilidad reducida. Es lo más complicado, pero al final el paseo espacial es lo que todos queremos hacer y para mí ha sido lo que más me ha gustado.

“Cada día aprendes algo nuevo y marcas algún nuevo hito”

¿Qué cree que aportas al grupo de astronautas elegidos para ir en las próximas misiones al Espacio?

Creo que cada una de las personas que estamos en este grupo aportamos algo diferente, pero lo que te puedo decir es que todos son extraordinarios. Trabajar codo con codo con ellos hace que les veas como alguien grande, muy preparado, que en cualquier situación van a responder positivamente. Es una suerte poder compartir entrenamientos y aprendizaje con este grupo humano, y desde luego será un lujo poder ir al espacio junto alguno de mis compañeros.

¿Cómo se imagina ese primer vuelo?

Con mucha naturalidad. Estás preparándote para esa meta. Sabes que algún día llegará, haces simulaciones diarias… y estás rodeado de otros astronautas que van a volar o que ya han volado. Pero lo has preparado tanto en el entrenamiento que ya lo has normalizado. La sola experiencia de prepararte ya te brinda muchos momentos especiales, con lo que hay que disfrutar de todo el camino. Cada día aprendes algo nuevo y marcas algún nuevo hito. Por ejemplo, el primer día que te metes en la piscina, el primer día que ves tu cohete, o el momento de estar sentado esperando el lanzamiento… Hay muchos pequeños momentos que se disfrutan en el día a día…

Llegado el momento, ¿cuál cree que sería su aportación personal a una misión espacial?

Ahora se ha disparado el número de experimentos científicos que se llevan a cabo en la ISS. Cada astronauta participa entre 200 y 250 investigaciones en sus 6 meses de misión. Como estos son tan variados debemos prepararnos para todas las disciplinas, lo que limita la aportación personal. Me gustaría aportar algo útil en alguno de esos ensayos, por ejemplo, desarrollar un medicamento o encontrar algo que mejore la vida de la población a largo plazo. Me interesa más el trabajo científico que la aventura espacial.

 


“Una cosa está clara: iremos a la Luna para quedarnos, y Europa será protagonista de este hito”

En los próximos años la NASA prepara el primer vuelo a la Luna en el marco del programa Artemis ¿Se imagina llegando a la superficie lunar?

Está presente en mi cabeza como un sueño, aunque aún lejano. De todos modos, sé que estoy en el sitio adecuado para poder aspirar a ello algún día, y pienso aprovechar todas las oportunidades que me surjan. Ahora mismo, los primeros astronautas de la ESA que irán a la Luna serán los más veteranos, pero en un futuro próximo se añadirán nuevas expediciones. De todos modos, una cosa está clara: iremos a la Luna para quedarnos, y Europa seguirá en el programa Artemis para muchos años. Ojalá tenga la oportunidad de ser parte de esa misión. Al fin y al cabo, nunca le puedes decir que no a una misión espacial.

¿Y Marte?

Para ir a Marte todavía quedan muchos años, pero nunca descarto nada ¿por qué no? Igual que en el caso de la Luna, creo que estoy en el sitio adecuado y en el momento adecuado.

¿Qué le diría a ese niño o niña que sueña con ser algún día astronauta?

Que lo intente. Hay que aprovechar sin miedo todas las oportunidades que pasan por la vida. Después necesitará una gran dosis de paciencia, perseverancia y esfuerzo. La pieza clave es tener paciencia, saber esperar, pues los resultados no se ven en uno o dos días… Pero puedo asegurar que al final merece la pena.

Posibilidad de contemplar 16 amaneceres desde la ISS

La Estación Espacial Internacional vuela a 400 km de altura a una velocidad media de 28.800 km/h, solo tarda unos 90 minutos en dar una vuelta completa a la Tierra. Esto significa que la ISS da 16 vueltas completas a la Tierra durante un día, que son 5.840 vueltas en un año. Por eso, los afortunados que viajan a la ISS tienen la inmensa suerte de poder ver 16 amaneceres  y 16 atardeceres diarios.

¿No sería un lujo poder vivirlo desde allí?

Mil gracias a la ESA y a Pablo Álvarez por acercarnos un poquito más y conocer y descubrir a la próxima persona española que podría viajar y contarnos con sus ojos lo bonito que es el Espacio.